miércoles, 27 de julio de 2011

LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

El 8 de septiembre de 1820 aconteció el desembarco en la bahía de paracas de la expedición libertadora al mando de don José de san Martín. Él estableció su cuartel general en Pisco y contaba con la entusiasta colaboración de los patriotas del lugar. Esto sucedió durante el gobierno del Virrey Joaquín de la Pezuela, marqués de virus.

La llegada de la corriente del sur al Perú fue para lograr su independencia por ser el centro del poder realista en América del Sur y así asegurar la independencia de los demás países de América del sur

El virrey en cumplimiento con los dictámenes de España propició la conferencia de Miraflores donde se reunieron representantes de San Martín y Pezuela. La posición patriotas era el reconocimiento de independencia, mientras que la posición realista era el sometimiento al rey y a la constitución liberal de 1812. Por ser posiciones antagónicas la conferencia resultó un fracaso.

El 5 de octubre san Martín encargó realizar la campaña de la Sierra central al español Álvarez de Arenales para que insurreccionara esa región y estableciera un cerco sobre Lima´

Con ayuda de los montoneros que eran campesinos alzados en armas, san Martín decidió trasladarse a Huaura el 26 de octubre posteriormente recibió la noticia de la captura del mejor barco de la escuadra española La esmeralda, la deserción del batallón realista Numancia al bando patriotas, la victoria de Cerro de Pasco obtenida por el general Arenales sobre las fuerzas realistas, la independencia de intendencia de Trujillo, de Guayaquil, Piura y Jaén,

Según Francisco Quiroz san Martín confiaba en que los criollos, o españoles nacidos en América se pronunciarían en consenso por la separación y por ende el problema se resolvería prontamente. Los acontecimientos favorables a los patriotas y las vacilaciones del virrey con respecto a las fuerzas insurgentes llevaron a que los realistas cuestionan su desempeño ocasionando el motín de Asnapuquio, golpe de estado contra Pezuela y la elección de José de la Serna como nuevo virrey. Por mandato de la monarquía constitucional de España se realizará conferencia de Punchauca en Esta oportunidad se reunieron personalmente San Martín y la Serna. San Martín pidió el reconocimiento de independencia del Perú y la Serna el sometimiento al rey de España. Además Martín le propuso establecer el Perú una monarquía constitucional bajo la autoridad de un príncipe europeo. Los realistas no aceptaron porque contaban con el apoyo de la mayoría de los criollos y confiaban en que la población indígena no haría un levantamiento general y menos bajo el mando del ejército de san Martín. Después de la conferencia de Punchauca el virrey la Serna decidió con todo su ejército irse al Cuzco el 6 de julio en razón de que Lima se había vuelto una ciudad insegura. Fue en esta circunstancia que san Martín decidió entrar a Lima el 10 de julio.

San Martín fue recibido Lima en medio del júbilo popular y con recelo por parte de la aristocracia colonial, obligada a asumir una postura libertaria porque entre Lima y el ejército de la Serna se encontraban los montoneros dispuestos a entrar en acción. Rehusar habría significado el arresto, la confiscación o el exilio.

Se firmó el acta de la independencia, elaborada por Manuel Pérez Tudela, el 15 de julio en el cabildo de Lima, que era presidido por el alcalde Isidro de Cortaza y Abarca.

La proclamación de la independencia se realizó el 28 de julio con estas palabras.

Sin embargo la independencia real del Perú se lograría recién el 11 de diciembre de 1824 con la capitulación de Ayacucho entre los generales Sucre y Canterac, cuando el ejército realista aceptó deponer las armas y abandonar el territorio.

El 28 de julio, recordamos un año más de nuestra independencia nacional. Pongamos nuestra mirada en la historia para honrar la memoria de nuestros ilustres compatriotas que llegaron hasta el sacrificio de sus propias vida para que los peruano de ayer de hoy y de siempre podamos vivir con dignidad, orgullosos de nuestra raza, de nuestra estirpe, de nuestra tradición y de nuestra historia.

Dios es el alma de la patria. El hombre ha sido hecho por Dios. Por esto el amor a la patria está íntimamente unido al amor de Dios. En estas Fiestas de peruanidad elevemos nuestras plegarias implorando a Dios por la dicha, la estabilidad, la ventura y la felicidad de nuestra Patria

Felices Fiestas Patrias

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